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Sierra de San Vicente

Situada entre los valles de los ríos Tiétar y Tajo, la Sierra de San Vicente es un enclave único, lleno de encanto y con parajes asombrosos por descubrir. Conocer su historia de la mano de los vetones y Viriato, recorrer sus vestigios en rutas únicas como la de sus rollos jurisdiccionales, perderse por sus bosques de robles y castaños, avistar un águila imperial o degustar sus mieles y mermeladas. Planes especiales para vivir una comarca de leyenda.

 

Su flora y fauna

Gracias a su microclima de temperaturas suaves, esta comarca es prolífica en plantas aromáticas, retamas y arboladas de castaños, encinas, robles, pinos o alcornoques. Flora típica, con más de 1.000 especies vegetales catalogadas, que da cobijo a una gran variedad micológica, destacando los conocidos boletus o la seta de los caballeros.  Bosques habitados por conejos, liebres, perdices, jabalíes, ciervos, corzos o zorros, que comparten protagonismo con aves únicas como el buitre negro, el águila imperial o la cigüeña negra. En los numerosos arroyos que recorren estos parajes es habitual encontrarse lucios o barbos, las especies más características de la comarca. 

 

Su gastronomía

La cocina tradicional es la seña de identidad de esta comarca, con platos típicos como la chanfaina, el cocido con aliño, los asados de cordero o cabrito, o las patatas de puchero; mención especial merecen sus toques dulces: gracias a la riqueza apícola de la zona y su multitud de especies florales, hacen de sus mieles un manjar de calidad, al que se suman sus mermeladas de la sierra. 

 

Sus monumentos

La arquitectura serrana tiene importantes exponentes en los pueblos de la comarca. Ejemplo de ella son la iglesia de la Santa Cruz en Buenaventura, la de San Andrés en Castillo de Bayuela, que además atesora una de las obras más importantes del ceramista Ruiz de Luna, la de la Magdalena de Garciotún o la iglesia de Santa María de la Nava, espléndida obra renacentista en sille­ría berroqueña del s. XVI, declarada Bien de Interés Cultural, considerada popularmente la catedral de la Sierra de San Vicente, en el municipio de Navamorcuende. A ellas se suman otros vestigios como las ruinas de molinos harineros de Almendral de la Cañada y El Real de San Vicente, las casonas de labranza de Cardiel de los Montes o San Román de los Montes, los verracos de Castillo de Bayuela o el Convento del Piélago, situado en un paraje de ex­traordinario valor natural que data del s. XVII, en el municipio de Hinojo­sa de San Vicente. 

 

Naturaleza

La Sierra de San Vicente se caracteriza por su riqueza paisajística y su gran biodiversidad. Por este motivo está declarada como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) junto a los entornos del “Valle del Tiétar y el Alberche” y “Sotos del río Alberche”. Además, cuenta con las zonas ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) del “Valle del Tiétar y embalses de Rosarito y Navalcán” y la “Reserva Fluvial de los Sotos del Río Guadyerbas y Arenales del Baldío de Velada”. 

 

Rutas y senderos

En esta comarca se puede hacer senderismo a través de la Senda Viriato GR (Gran Recorrido), que une todos los municipios de la Sierra. Este itinerario recorre 140 kilómetros, permitiendo al viajero acercarse al patrimonio natural, histórico y cultural de la Sierra de San Vicente.

 

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